Los adelantos que la técnica pone a nuestra disposición pueden causar mucho daño. También pueden contribuir a mejorar nuestro bienestar personal y comunitario, si somos capaces de utilizarlos de forma adecuada. Las redes sociales son un instrumento maravilloso para crear solidaridad entre todos, para sembrar los valores en los que creemos como cristianos. Aprovechemos estas herramientas y difundamos con ellas el mensaje del amor que Cristo nos ha dejado. Hagamos un mundo mejor sirviéndonos de todo lo que está a nuestro alcance.
La meta de cualquier cristiano es la santidad, siguiendo así las enseñanzas del Maestro. Alcanzarla es difícil, pero nunca imposible.