En el más desvalido de los hombres, brilla el rostro de Dios – San Luis Orione
Ábrenos, Señor Jesús, los ojos para verte a Ti en cada persona con la que nos cruzamos. Danos fuerzas para
Ábrenos, Señor Jesús, los ojos para verte a Ti en cada persona con la que nos cruzamos. Danos fuerzas para
Padre Dios, infunde en nuestros corazones el amor hacia Ti y hacia nuestros hermanos los hombres. Porque este es el
Impide, Señor Padre Nuestro, que nos consideremos los mejores. Aleja de nosotros la tentación de creernos lo suficientemente preparados y
Aunque la mayoría no seamos maestros de profesión, sí somos, como cristianos, educadores de los demás. Porque entre nuestros cometidos
Nos falta la inocencia de los niños pequeños, la humildad de las gentes más sencillas, el desprendimiento de los que
Santa María, Señora nuestra, bendita entre todos y llena de gracia. Que, aunque pecadores e indignos, nos sintamos hijos tuyos
No quieres, Señor, que hagamos grandes cosas. Al menos, de forma permanente. Es en las tareas sencillas de cada instante
Señor, somos conscientes de que no somos lo suficientemente humildes. Porque nos gusta que reconozcan nuestra valía y nuestros méritos.
Señor, ayúdanos a distinguir la felicidad verdadera de la que es solamente ficción. Para vivirla como Tú quieres que la
Jesús no es el Dios de la ira, sino el Padre que perdona siempre. Basta acudir a él con la