Cuarta Estación
Jesús resucita por la fe en el alma de María
Lc 1, 41-49:
E Isabel se llenó del Espíritu Santo, y clamó con fuerte voz:
¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque así que sonó la voz de tu salutación en mis oídos, exultó de gozo el niño de mi seno. Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le ha dicho de parte del Señor.
Dijo María: Mi alma engrandece al Señor y exulta de júbilo mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva; por eso todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí maravillas el Poderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN
No sabemos si aquella mañana del domingo visitaste a tu Madre,
pero estamos seguros de que resucitaste en ella y para ella,
que ella bebió a grandes sorbos el agua de tu resurrección,
que nadie como ella se alegró con tu gozo
y que tu dulce presencia fue quitando
uno a uno los cuchillos que traspasaban su alma de mujer.
No sabemos si te vio con sus ojos,
pero sí que te abrazó con los brazos del alma,
que te vio con los cinco sentidos de su fe.
Ah, si nosotros supiéramos gustar una centésima de su gozo.
Ah, si aprendiésemos a resucitar en ti como ella.
Ah, si nuestro corazón estuviera tan abierto como estuvo
el de María aquella mañana del domingo.
Así como durante la Cuaresma hemos acompañado a Jesús en su camino de la cruz con el rezo del vía crucis como más razón os invitamos ahora durante este Tiempo de Pascua, a celebrar la realidad de la Persona de Jesús tal como ahora está: resucitado y repleto de luz.
Con 14 estaciones acompañaremos a Jesús en su triunfo con un texto del evangelio y una meditación escrita por José Luis Martín Descalzo.