Novena Estación
Jesús bautiza a los apóstoles contra el miedo
Jn 20, 19-31:
La tarde del primer día de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se hallaban los discípulos por temor a los judíos, vino Jesús y, puesto en medio de ellos, les dijo: La paz sea con vosotros.
Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron viendo al Señor.
Les dijo otra vez: La paz sea con vosotros. Como me envió mi Padre, así os envío yo.
Diciendo esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quien perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos.
ORACIÓN
Han pasado, Señor, ya veinte siglos de tu resurrección
y todavía no hemos perdido el miedo,
aún no estamos seguros,
aún tememos que las puertas del infierno
podrían algún día prevalecer si no contra tu Iglesia,
sí contra nuestro pobre corazón de cristianos.
Aún vivimos mirando a todos lados menos hacia tu cielo.
Aún creemos que el mal será más fuerte
que tu propia Palabra.
Todavía no estamos convencidos
de que tú hayas vencido al dolor y a la muerte.
Seguimos vacilando, dudando, caminando entre preguntas,
amasando angustias y tristezas.
Repítenos de nuevo que tú dejaste paz suficiente para todos.
Pon tu mano en mi hombro y grítame:
No temas, no temáis.
Infúndeme tu luz y tu certeza, danos el gozo de ser tuyos,
inúndanos de la alegría de tu corazón.
Haznos, Señor, testigos de tu gozo.
¡Y que el mundo descubra lo que es creer en ti!