SÍNODO: CAMINAR JUNTOS, COMO DISCÍPULOS DEL SEÑOR
SÍNODO ES UNA PALABRA FAMILIAR EN ESTE NUEVO CURSO PASTORAL: «Sínodo», es un vocablo griego compuesto de la preposición «sin» y el sustantivo
«odós»: «caminar juntos». Sínodo es una palabra antigua muy venerada por la Tradición de la Iglesia: indica el camino que recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios. Remite por lo tanto al Señor Jesús que se
presenta a sí mismo como «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6), y al hecho de que los cristianos, sus seguidores, en su origen fueron llamados «los discípulos del camino» (cf. Hch 9,2; 19,9.23; 22,4; 24,14.22).
De la palabra sínodo deriva la palabra «sinodalidad», que designa ante todo el estilo peculiar que califica la vida y la misión de la Iglesia, que expresa su propia naturaleza al reunirse en asamblea del Pueblo de Dios convocado por el Señor Jesús en la fuerza del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio y celebrar los Sacramentos. En este sentido, la sinodalidad permite a todo el Pueblo de Dios «caminar juntos», en escucha del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios, para participar en la misión evangelizadora de la Iglesia fortalecidos por la comunión que Cristo establece entre nosotros. En definitiva, el caminar juntos es la forma más eficaz de manifestar y poner en práctica la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero (cf. Comisión Teológica Internacional, Sobre la sinodalidad).
Todo el Pueblo de Dios comparte una dignidad y una vocación común a través del Bautismo. Todos estamos llamados, en virtud de nuestro Bautismo, a participar activamente en la vida de la Iglesia. En las parroquias, en las pequeñas comunidades cristianas, en los movimientos de laicos, en las comunidades religiosas y en otras formas de comunión, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, todos estamos invitados a escucharnos unos a otros, para oír los impulsos del Espíritu Santo, que viene a guiar nuestros esfuerzos humanos, introduciendo vida y vitalidad a la Iglesia y llevándonos a una comunión más profunda para nuestra misión en el mundo (cf. Vademécum para el Sínodo sobre sinodalidad).
El papa Francisco ha convocado una Asamblea Ordinaria del Sínodo de los obispos, a celebrar en Roma en octubre de 2023, para reflexionar sobre esta dimensión sinodal de la misma Iglesia. Y ha querido darle a esta convocatoria del Sínodo una novedad especial: implicar a todas las comunidades cristianas, por pequeñas o lejanas que estén, en esta reflexión. El Sínodo, que culminará en la sesión de Roma, con los representantes de todo el pueblo de Dios junto al Papa, se ha iniciado ya en nuestras comunidades.
La Tercera Prioridad Diocesana para el curso 2021-2022: «Un camino sinodal», alienta a que todas las parroquias y comunidades y la misma vida de la iglesia diocesana se pongan en camino sinodal para aportar nuestras opiniones y experiencias evangelizadoras a toda la iglesia. Se ha diseñado un calendario:
1. Fase parroquial y de grupos: El camino sinodal lo hemos comenzado en las distintas parroquias y comunidades eclesiales, y terminará el 31 de diciembre de 2021.
2- Fase arciprestal: Cada Arciprestazgo recogerá sus reflexiones en una Asamblea arciprestal (29 de enero de 2022) y las aportará a una Asamblea diocesana.
3. Fase diocesana: se recogerán todas las conclusiones en la celebración de la Asamblea diocesana en la S.I. Catedral (19 de febrero de 2022).
4. Fase nacional: Las conclusiones de cada diócesis se elevarán a la Conferencia Episcopal Española que, en una asamblea nacional, sintetizará todas las aportaciones recibidas, que serán remitidas a la Secretaría General del Sínodo en Roma (abril de 2022). Esta confeccionará un Documento de trabajo 1, sobre el que trabajarán las Asambleas continentales.
5. Fase continental: Se celebrará una fase sinodal por continentes (marzo de 2023), cuyas conclusiones se remitirán a la Secretaría General del Sínodo.
6. Sesión final del Sínodo: todo este material acumulado será recogido en un Documento de trabajo 2, base de los trabajos de la sesión final del Sínodo a celebrar en Roma (octubre de 2023), que concluirá con un documento final conclusivo, que será presentado al Santo Padre.
En este trabajo el objetivo y el método coinciden. El objetivo de este Sínodo: la sinodalidad, coincide con el método de trabajo que promueve la comunión y la participación. Al emprender este viaje sinodal, todos estamos invitados a revestirnos de unas actitudes que hagan posible la escucha mutua y el discernimiento común a la luz del Espíritu. Debemos hacer todo lo posible para promover auténticos encuentros de fraternidad…. compartiendo todas las experiencias evangelizadoras en un clima de escucha atenta y discernimiento, encaminándonos a convertirnos en la Iglesia que Dios nos llama a ser. Los primeros frutos del Sínodo los recogemos ya al afrontar un estilo de «trabajar y caminar juntos».
ETAPA PARROQUIAL Y ARCIPRESTAL
Hasta finales de diciembre de 2021, trabajaremos en nuestras comunidades parroquiales y asociaciones el siguiente Cuestionario. Lo podremos en común con todas las parroquias, asociaciones y movimientos de nuestro Arciprestazgo en la Asamblea Arciprestal del 29 de enero de 2022.
LA PREGUNTA QUE ORIENTA NUESTRA REFLEXIÓN
En una Iglesia sinodal, que anuncia el Evangelio, todos “caminan juntos”: ¿Cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro «caminar juntos»?
Para responder a esta pregunta general, nos pueden ayudar estas preguntas más concretas:
1. ¿Qué experiencias de caminar juntos he vivido -vivo- en mi comunidad parroquial o asociación?
Las enumeramos y dialogamos sobre ellas.
2. ¿Qué alegrías han provocado? ¿Han abierto algunas heridas? ¿Qué dificultades y obstáculos se han vivido en este «caminar juntos»?
Concretamos lo positivo y lo negativo.
3. ¿Qué nos pide el Espíritu para avanzar en sinodalidad: qué pasos debemos dar para «caminar juntos», participar, discernir y tomar decisiones consensuadas, como Pueblo de Dios? Propuestas concretas:
– En mi comunidad parroquial o asociación.
– En nuestra Iglesia diocesana.
4. Aporta otras sugerencias y propuestas generales para avanzar en sinodalidad en nuestra Iglesia diocesana en su conjunto y en la Iglesia universal.