San Wenceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela santa Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, traicionado por su hermano Boleslao fue asesinado por sicarios en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia, en la actual Chequia († 929/935).
Otros santos del día:
• Santos Lorenzo de Manila Ruiz y quince compañeros, mártires, tanto presbíteros como religiosos y seglares, sembradores de la fe cristiana en Filipinas, Formosa y otras islas japonesas, a causa de lo cual, por decreto del supremo jefe del Japón, Tokugawa Yemitsu, en distintos días consumaron en Nagasaki su martirio por amor a Cristo, pero celebrados en única conmemoración († 1633-1637).
• En Calidone, en Pisidia, hoy en Turquía, santos hermanos Alfeo, Alejandro y Zósimo, mártires († s. IV).
• En una antigua laura (monasterio), en Nachai Tekoa o Wadi Khureitun, cerca de Belén, en Palestina, san Caritón, abad, perseverante en la oración y ayunos, siendo fundador de muchas lauras en el desierto de Judea (hacia el año 350).
• En Bolonia, en la región de la Emilia-Romaña, en Italia, san Zama, considerado como primer obispo de esta ciudad (hacia el s. IV).
• En Toulouse, en Aquitania, hoy en Francia, san Exuperio, obispo, que dedicó una basílica en honor de san Saturnino, defendió acérrimamente su ciudad ante la invasión de los bárbaros y, al decir de san Jerónimo, fue tan parco consigo mismo como dadivoso con los demás († después del año 411).
• En Belén de Judea, conmemoración de santa Eustoquio, virgen, la cual, con su madre santa Paula, pasó de Roma a Belén para no privarse del consejo del maestro san Jerónimo, y allí, llena de preclaros méritos, voló al cielo (hacia el año 419).
• En Ginebra, entre los helvecios, hoy en Suiza, san Salonio, obispo, y antes monje en la isla de Lérins, que durante su obispado afirmó la doctrina del papa san León Magno y explicó en sentido místico las Sagradas Escrituras († después del año 450).
• En Riez, en la Provenza, en la Galia, en la actual Francia, san Fausto, obispo y antes abad de Lérins, que, contra los arrianos, escribió sobre el Verbo Encarnado y el Espíritu Santo consubstancial al Padre y al Hijo y coeterno con ellos, siendo exiliado por el rey Eurico († después del año 485).
• En Lyon, en la Galia, también en la actual Francia, san Anemundo, obispo y mártir († hacia el año 658).
• En Salzburgo, en Baviera, hoy en Austria, santos Cunialdo y Gisilario, presbíteros, colaboradores pastorales del obispo san Ruperto († s. VIII).
• Cerca de Maguncia, en la Renania de Austrasia, hoy en Alemania, santa Leoba, virgen, la cual, pariente de san Bonifacio, fue llamada por él desde Inglaterra a Germania y presidió el monasterio, a orillas de Tauber, donde con la palabra y el testimonio condujo a las siervas de Dios por el camino de la perfección (hacia el año 782).
• En Pavía, en la región de la Lombardía, en Italia, beato Bernardino de Feltre (Martín) Tomitano, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, que obtuvo buenos frutos en su función de predicador, fundó, contra la usura y para el ahorro, el llamado Monte de Piedad y, como hombre de paz, fue delegado del papa Sixto IV para arreglar discordias civiles († 1494).
• En Madrid, en España, san Simón de Rojas, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de cautivos, que, acompañando el séquito de la reina de España, nunca viajó en carroza ni percibió sueldo, sino más bien, entre regios fastos, siempre se mostró humilde, pobre, misericordioso hacia los necesitados y fervorosamente devoto para con Dios († 1624).
• En Nagasaki, en Japón, beatos Juan Shozaburo, catequista, Mancio Ichizayemon, Miguel Taiemon Kinoshi, Lorenzo Hachizo, Pedro Terai Kuhioye y Tomás Terai Kahioye, mártires, degollados todos ellos por su fe en Cristo († 1630).
• En la localidad de Sant Feliu de Codines, en la provincia de Barcelona, en España, beato Francisco Javier Ponsa Casallarch, religioso de la Orden de San Juan de Dios y mártir, que llegó a la gloriosa palma del martirio por Cristo y la Iglesia en la cruel persecución religiosa († 1936).
• En Benillup, en la provincia de Alicante, también en España, beata Amalia Abad Casasempere, mártir, madre de familia, que coronó su fe dando testimonio de Cristo en la misma persecución religiosa († 1936).
• En Valencia, de nuevo en España, beato José Tarrats Comaposada, religioso de la Compañía de Jesús y mártir, que llegó a la gloria de Cristo durante la referida persecución († 1936).
• En Moiá, cerca de Barcelona, también en España, beatos mártires Joaquín de San José (José) Casas Juliá, religioso de la Orden de los Carmelitas Descalzos, y José Casas Ros, seminarista de Barcelona, que en la misma persecución y en el mismo día recibieron la corona de la gloria († 1936).
• En la ciudad de Karadzar, cerca de Karaganda, en Kazajstán, beato Nicetas Budka, primer obispo en Canadá al frente de fieles católicos de rito bizantino, que, en tiempos de régimen hostil a Dios, fue deportado a un campo de concentración, donde perseveró en la fe arrostrando, por amor a Cristo, la muerte con fortaleza de ánimo ante todas las adversidades († 1949).
(Del Martirologio Romano)