San Ruperto fue hijo de un noble franco de ascendencia romana. Desde pequeño se mostró piadoso y ansioso por conocer las cosas de religión. Muy joven entró en un monasterio benedictino. Fue elegido obispo de Worms por unanimidad de los obispos y los príncipes alemanes. Siguió viviendo respetando las penitencias y ayunos de la vida monástica, orando durante largas horas y viviendo en pobreza. Ejerció su apostolado entre los paganos y entre los cristianos relajados, a los que visitaba y predicaba principalmente con el ejemplo de su vida. Fue apresado por unos paganos, mandados por un conde, quienes le azotaron y le expulsaron de la ciudad. Durante los dos años que estuvo fuera de la misma, peregrinó a Roma. Hacia el año 697, el duque de Baviera, enterado de la injusticia que se había cometido con él, le pidió que fuera a su ducado a predicar la fe en Cristo. Evangelizó la región, bautizando al conde y a muchos servidores suyos y a numerosos fieles. Además de predicar la fe se preocupaba por ejercer la caridad, la enseñanza y la organizando industrias para beneficio de la gente. Organizó y revitalizó la producción de la sal en Salburgo, que estableció como la sede episcopal. Construyó la catedral de san Pedro y se rodeó de misioneros celosos y de vida ejemplar, entre los que contó con varios santos. Fundó iglesias y monasterios para mantener viva la fe y el culto. Murió el 27 de marzo del año 718, domingo de pascua.
Otros santos del día:
• En la región Septempedana (hoy San Severino Marche), del Piceno, en Italia, beato Peregrino de Falerone, presbítero, que fue uno de los primeros discípulos de san Francisco y que, peregrino en Tierra Santa, resultó admirado incluso por los sarracenos († 1232).
• En Quarona, junto a Novara, del Piamonte, en Italia, beata Panacea de Muzzi, virgen y mártir, que, a los quince años de edad, estando orando en la iglesia, fue asesinada por su propia madrastra, que siempre la atormentaba († 1383).
• En Anglet, Francia, beato Luis Eduardo Cestac, sacerdote diocesano, fundador del Instituto de las Siervas de María de Anglet († 1868).
• En Turín, también en el Piamonte, beato Francisco Faá di Bruno, presbítero, que unió la ciencia de las matemáticas y de la física con la práctica de las obras de caridad († 1888).
• En Venasque, Francia, beato María Eugenio del Niño Jesús Grialou (Enrique), sacerdote profeso de la Orden de los Carmelitas Descalzos, fundador del Instituto Secular de Nuestra Señora de la Vida († 1967).
• En Lira (Uganda), beato Giuseppe Ambrosoli, sacerdote profeso de la congregación de Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, que trabajó arduamente como misionero, cirujano y educador en Uganda († 1987).
(Del Martirologio Romano)