San Pedro nació en Verona (Italia) hacia el año 1205, en una familia que pertenecía a la secta de los cátaros. Entró en la Orden de Predicadores siendo joven y recibió el santo hábito de manos de santo Domingo. Se entregó ardientemente a las prácticas de la vida religiosa, el estudio, la lectura, la oración, el cuidado de los enfermos y la limpieza de la casa. Fue nombrado por el papa inquisidor general del norte de Italia. Predicó la fe, discutió con los herejes, desenmascaró los errores y reconcilió con la Iglesia a quienes la habían abandonado. Dedicado a combatir la herejía, de camino hacia Como fue asesinado por sus enemigos, recitando en los últimos momentos el símbolo de la fe († 1252). El papa Inocencio IV le canonizó el año siguiente de su muerte.
Otros santos del día:
• En Sirmia, en Panonia, hoy Sremska Mitrovica, en Serbia, pasión de san Ireneo, obispo y mártir, que en tiempo del emperador Maximiano, y bajo el prefecto Probo, fue atormentado y después encerrado en la cárcel, siendo finalmente decapitado († s. IV).
• En Constantinopla, hoy Estambul, en Turquía, san Eutiquio, obispo, que presidió el Segundo Concilio Ecuménico Constantinopolitano, defendiendo enérgicamente la fe ortodoxa, y, tras padecer largo exilio, al morir confesó la resurrección de la carne († 582).
• En Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, limosnas, ayunos y otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio I Magno († s. VI).
• En Troyes, de Neustria, en la actual Francia, san Winebaldo, abad del monasterio de San Lupo, preclaro por su austeridad († hacia el año 620).
• En la misma ciudad, san Prudencio, obispo, que preparó para los itinerantes un breviario del Salterio, recogió de las Sagradas Escrituras los preceptos para los candidatos al sacerdocio y restauró la disciplina de los monasterios († 861).
• En Velehrad, de Moravia, actualmente en Chequia, nacimiento para el cielo de san Metodio, obispo, cuya memoria se celebra el día 14 de febrero, junto con la de su hermano san Cirilo († 885).
• En el monasterio de San Gallo, de Suabia, en Suiza, beato Notkero Bálbulo, monje, que pasó casi toda la vida en este cenobio componiendo secuencias, grácil de cuerpo, pero no de ánimo, tartamudo de voz, pero no de espíritu, firme en todo lo divino, paciente en lo adverso, manso para con todos, diligente en la oración, la lectura, la meditación y el dictado († 912).
• En el monasterio de San Elías, en el monte Aulina, cerca de Palmi, en Calabria, región de Italia, san Filarete, monje, hombre célebre por su vida entregada a la oración († 1076).
• En la isla de Eskyll, cerca de Roskilde, en Dinamarca, san Guillermo, abad, que pasó de un cenobio de canónigos regulares de París a Dinamarca, instaurando la disciplina regular en medio de grandes dificultades, y al amanecer del domingo de Pascua partió de esta vida († 1203).
• En el monasterio de Santa María, en el Sacro Monte, cerca de Varesse, también en Lombardía, beata Catalina de Palancia, virgen, que, junto con varias compañeras, llevó vida eremítica bajo la Regla de san Agustín († 1478).
• En la ciudad de Vinh Tri, en Tonquín, en la actual Vietnam, san Pablo Lè Bao Tinh, presbítero y mártir, que, siendo todavía clérigo, permaneció largo tiempo en la cárcel y, ordenado sacerdote, dirigió el seminario, confeccionó un libro de homilías y un compendio de doctrina cristiana, y finalmente, de nuevo llevado a la cárcel en tiempo del emperador Tu Duc, fue condenado a la decapitación († 1857).
• En Verona, en Italia, beato Ceferino Agostini, presbítero, que se dedicó al ministerio de la predicación, catequesis e instrucción cristiana, y trabajó para ayudar a la juventud, a los pobres y a los enfermos, instituyendo la Congregación de Ursulinas Hijas de María Inmaculada († 1896).
• En Turín, en Italia, beato Miguel Rua, presbítero, propagador eximio de la Sociedad Salesiana († 1910).
• En Varsovia, ciudad de Polonia, beato Miguel Czartoryski, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que, tras ser invadida Polonia durante la guerra, por mantener su fe fue fusilado en la parroquia del lugar († 1944).
• En el lugar Fiobbio di Albino, cerca de Bérgamo, en Italia, beata Petrina Morosini, virgen y mártir, que, a los veintiséis años, regresando a casa desde su trabajo, por defender frente a un joven la virginidad que había prometido a Dios, fue herida en la cabeza hasta la muerte († 1957).
(Del Martirologio Romano)