A menudo los actos que realizamos con los que nos rodean son de una gran sencillez, como una sonrisa, un «buenos días», un «cómo estás»…

Para un cristiano carece de valor la vida, si ésta no la entregamos para el servicio de Dios y por Él la damos al servicio

Solamente si nos reconocemos pequeños, pecadores y mendigos del perdón de nuestro Padre Dios y del de los hermanos, podremos transitar por la senda de

Nuestra sociedad necesita de manera urgente que los creyentes transmitamos el mensaje evangélico a todos los hombres, en todas partes y con todos los medios

Los bienes terrenales están para que con ellos contribuyamos a hacer más feliz la estancia de todos los hombres a su paso por este mundo.

El apego al dinero y a las cosas terrenales que con él se compran no llenan nunca de satisfacción a quienes buscan la auténtica felicidad.